Supongo que hago fotos por muchas razones, pero creo que a través de mi cámara intento ver el mundo y a veces mostrarlo como a mi me gustaría.

La fotografía me parece una muy buena aliada frente a las vivencias más confusas y la época y mundo al que pertenecemos.

Nací en Barbastro, en una primavera de finales de los años 80, casi 8 años después de que mis padres crearan una empresa de fotografía.

Tanto mi hermano como yo nos hemos criado entre cámaras y negativos, con la libertad de poder experimentar y también desaprovechar algún que otro carrete, como cuando en mi primer viaje a Madrid en sexto de primaria gasté dos carretes de 36, de los tres que me había puesto mi padre para toda la semana en el Museo de Cera. Aunque ya se veía venir mi parte más “animal” y la mayoría de carretes de aquella época están llenos de gatos, perros y algún que otro bicho raro.

En 2004 en plena revolución adolescente tuvimos que adaptarnos también a otra revolución, la “Fotografía Digital”, había venido para quedarse. Aunque soy consciente de las ventajas que conlleva el trabajar de manera digital, me considero afortunada de haber podido vivir y conocer, menos de lo que me gustaría, la fotografía analógica.
Cursé estudios en IMAGEN en Zaragoza, y me dedico profesionalmente a la fotografía desde el año 2008. Tras varios años centrada en la fotografía social, el vivir una larga etapa con luces y sombras a raíz de un cáncer y un trasplante de médula, me enfocó algo más en proyectos personales.

Me interesa una fotografía reflexiva, que trascienda y nos haga ir más allá de la propia imagen. Vivimos una época en la que bajo mi punto de vista, demasiado expuestos al bombardeo de imágenes y de información, y creo que esto hace que sea más complicado lograr trascender.
No concibo la vida sin armonía con la naturaleza, y la relación humana con ella también suele estar muy presente en mis trabajos.

Tras varios premios más relacionados con la fotografía de naturaleza, en el año 2017 gané la BECA VISIONADOS BFOTO, con un trabajo que enlazaba mujeres y mundo rural. Gracias a ese proyecto he podido exponer en diferentes lugares y festivales, como el BFOTO Festival, la Biennal de Fotografía de Olot, o la Nau Bostik de Barcelona.
Mis raíces están ancladas a lo rural, vivo en una de las provincias con menos densidad de población de España, y era lógico que mi fotografía también hablara de ello.

Desde otoño de 2018 formo parte del proyecto de Europa Creativa RECONSTRUCTION OF IDENTITIES junto a AD HOC Gestión Cultural. Gracias a este proyecto he podido realizar dos residencias artísticas en el COPENHAGUEN PHOTO FESTIVAL y en SIFEST (Festival de fotografía de Savignano) y llevar a cabo principalmente dos proyectos fotográficos que en 2020 podrán verse en los cuatro países europeos implicados en el proyecto.
También desde el año 2018 he impartido diferentes talleres fotográficos, lo explico mejor en el apartado “Talleres”.

Intento estar siempre en continua formación, asistiendo a talleres con otros fotógrafos y artistas con bastante frecuencia, y participando en diferentes iniciativas culturales.
Buscando luces la vida brilla más.