Cuando tenías 10 años,
al mundo más globalizado que nunca,
lo frenaron en seco.
La Naturaleza sin embargo, fue algo más libre.
Y nosotros, que fuimos naturaleza,
tuvimos que dejar de producir y consumir
aquello que no fuera esencial.
LO ESENCIAL,
en un mundo donde se mercantilizaba con casi todo.
Y el frenazo nos dio tiempo,
para momentos antes inexistentes en el día a día.
Tiempo y lo esencial ante nosotros.
¿te imaginas?
Sin embargo algunos preferían producir ruido,
compartir ruido.
Cortar en pedazos el silencio.
No vaya a ser que de esta salgamos empoderadas.
Que la crisis de paso a la oportunidad.
Una bella oportunidad,
drástica,
de ser consciente de los privilegios
y ver donde situamos lo material frente a un abrazo.
Cuando tenías 10 años,
dormías mientras llovía
y soñabas Primavera.